¡Oh no! ¿Tu hijo se muestra muy impulsivo o reactivo durante una discusión? ¡No te preocupes! En este artículo te daremos algunas recomendaciones para manejar esa situación.
Antes que nada, es importante recordar que los niños están aprendiendo a regular sus emociones y comportamientos. Por lo tanto, es normal que se muestren impulsivos o reactivos en ciertas situaciones. Sin embargo, como padres es nuestra responsabilidad ayudarlos a controlar sus emociones para que puedan tener relaciones interpersonales saludables en el futuro.
Aquí te dejamos algunas recomendaciones para manejar la situación cuando tu hijo se muestra muy impulsivo o reactivo durante una discusión:
Mantén la calma: Es muy importante que mantengas la calma durante la discusión. Si como padre te muestras impulsivo o reactivo, es probable que tu hijo lo tome como una oportunidad para justificar su comportamiento y no prestar atención a tus sugerencias.
Escucha su versión: Es importante que des la oportunidad a tu hijo de explicar su versión de los hechos. Escucha con atención lo que está diciendo y haz preguntas abiertas para que puedas entender mejor el porqué de su reacción o impulsividad.
Muéstrale que lo entiendes: Una vez que hayas escuchado su versión, muéstrale que entiendes cómo se siente. Puedes identificar las emociones que está expresando y validarlas para que se sienta escuchado. Por ejemplo, “entiendo que te haya enojado que tu hermano no quisiera jugar contigo”.
Habla sobre las opciones: Después de escuchar su versión y validar sus emociones, es importante hablar sobre las opciones. Si tu hijo se muestra impulsivo, es posible que no esté pensando con claridad sobre las opciones que tiene en la situación. Habla con él sobre las diferentes opciones que existen y ayúdalo a elegir la mejor, tomando en cuenta las consecuencias de cada una.
Enseña técnicas de autocontrol: , es importante enseñar a tu hijo técnicas de autocontrol. Por ejemplo, puedes hablarle sobre la importancia de respirar profundamente o contar hasta 10 antes de reaccionar en una situación que lo haga sentir frustrado o enojado.
Recuerda que el manejo de estas situaciones requiere paciencia y práctica. No te desanimes si no ves resultados inmediatos. Lo importante es que estés ahí para tu hijo y lo guíes para que aprenda a regular sus emociones y comportamientos. Con el tiempo, verás cómo tu hijo se convierte en una persona más tranquila y segura de sí misma.
CONSEJOS
¡Hola a todos y todas! Hoy quiero hablarles sobre uno de esos temas que pueden poner a prueba nuestra paciencia como padres: ¿Qué hacer cuando nuestros hijos se muestran muy impulsivos o reactivos durante una discusión?
Todos hemos estado ahí. Estamos tratando de conversar con nuestros hijos sobre algo que les preocupa o que les hemos pedido cambiar, y de repente parece que el mundo se viene abajo. Nuestro hijo se enoja, grita, llora, o peor aún, comienza a insultarnos o a faltarnos el respeto. ¿Qué podemos hacer en estas situaciones? Aquí les dejo algunos consejos que pueden ayudar.
- Mantén la calma
Sé que esto puede sonar muy difícil de lograr, especialmente cuando estamos sintiendo que estamos siendo atacados o que no estamos siendo escuchados. Pero mantener la calma es crucial. Si nosotros también comenzamos a gritar o a perder los estribos, la situación sólo empeorará. Además, nuestros hijos aprenden de nuestro comportamiento y si ven que nosotros nos dejamos llevar por la rabia, es más probable que ellos también lo hagan en el futuro.
- Déjalo hablar
A veces, nuestros hijos simplemente necesitan desahogarse. Si podemos permitirles que hablen y expresen sus sentimientos, sin interrumpirlos ni juzgarlos, ellos pueden sentirse más escuchados y menos amenazados. Asegúrate de que les estás prestando atención real, mirándolos a los ojos y evitando distracciones como el celular o la televisión.
- Reconoce sus sentimientos
Cuando nuestro hijo se siente enojado o frustrado, es importante validar sus sentimientos. No queremos minimizar lo que ellos están experimentando o hacerles sentir mal por sentirse así. En su lugar, podemos decir cosas como: Entiendo que te sientas enojado por esto o Puedo ver que esto te está molestando mucho. Esto puede ayudarlos a sentirse más comprendidos y buscar soluciones juntos en lugar de herirse mutuamente.
- Ofrece opciones
Cuando las cosas se ponen tensas, es fácil sentir que no hay salida. Pero siempre hay opciones. En lugar de decirle a nuestro hijo lo que tiene que hacer o cómo tiene que sentirse, podemos darles opciones para elegir. Por ejemplo, podemos preguntarles: ¿Qué te gustaría hacer para solucionar esto? o ¿Cómo podemos hacer para que esto no te genere tanta ansiedad?. Darles un sentido de control puede ser muy efectivo para disminuir su impulsividad y reactividad.
- Enseña habilidades de regulación emocional
pero no menos importante, es importante ayudar a nuestros hijos a desarrollar habilidades de regulación emocional. Esto implica enseñarles a identificar sus emociones, a respirar profundamente para calmarse, a contar hasta diez antes de reaccionar, y otras técnicas similares que les ayuden a manejar su impulsividad y reactividad. Podemos hacer esto a través de juegos, ejemplos de nuestra propia vida, o incluso yendo a terapia si vemos que la situación requiere ayuda profesional.
Bueno, espero que estos consejos les hayan sido útiles. Recuerden que, como padres, es normal que cometamos errores y que a veces las cosas se nos salgan de control. Pero siempre podemos hacer algo para mejorar la situación. Escuchen a sus hijos, muéstrenles amor y empatía, y juntos podrán superar cualquier obstáculo. ¡Ánimo!